Telebasura Y Otros Asuntos por Fernando Salas


DESCANSE EN PAZ, PERIODISMO

La tele-basura cobra poder en las audiencias



Cada vez que un niño en España enciende el televisor al llegar del colegio y empieza a ver que en cadenas privadas se insulta públicamente, se maneja contenido soez e ilegal y que se distribuyen escenas sexuales y violentas deberíamos llevarnos las manos a la cabeza, protestar, e incluso demandar, porque la Ley General de Comunicación Audiovisual dice que desde las 17 horas hasta las 22 hay horario infantil, y mientras hay horario infantil no puede haber contenido del que tenemos en nuestras parrillas televisivas.

No solo por los niños deberíamos preocuparnos, sino también por nosotros mismos. Antiguamente, en la tele se hablaba con gente culta e inteligente que había tenido que estudiar, formarse y tenía una cultura y educación admirable. Ahora con ser cocainómano o haber tenido relaciones con un torero te vale. ¿Hasta dónde llegaremos?, ¿Queremos que éste sea el ejemplo para la infancia española?

En Italia, el horario infantil es una leyenda urbana, pues constantemente se muestra la vergüenza de un país del que han salido grandes pintores y gente que alumbró al mundo con su cultura y que no se les pone de ejemplo para los niños y jóvenes. ¿Queremos que Il Cavalieri nos muestre el camino de cómo crear una tele-basura indignante y vergonzosa?

Actualmente, le preguntas a muchos niños sobre su futuro y te responden que quieren ser famosos, pero no de los que han creado una vacuna, o han ayudado a niños en África a salir de la pobreza, se refieren a los famosos que salen en los programas del cotilleo, comandados por ese mata-neuronas llamado Telecinco.

¿Por qué no podrá la infancia española disfrutar de dibujos animados o series que les enseñen educación o que les ayuden a razonar? Porque para poner esos programas se deberían quitar de la programación los talk shows.

Isabel Martínez Eder, que ha redactado un informe sobre la tele-basura, declaró lo siguiente: los incumplimientos “no son una excepción, sino la norma de cada día”. Además, afirma que deberían ser retirados de la programación.

Pero aquí viene el dato más espeluznante: la tele-basura tiene más audiencia que cualquier otro programa.

Dicho esto… ¿Es la televisión que nos merecemos o la cultura que nos merecemos?

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