Este
verano he ido de vacaciones a China. Fui con mis padres y mi hermano. Me
lo pasé en grande porque estuve en muchos sitios y muchas ciudades.
En China hay muchos monumentos, la costumbre china es muy distinta a
la nuestra. Allí hay por la calle puestos de comida con estrellas
de mar, serpientes, escarabajos, arañas y muchas cosas raras de las
que ellos comen.
También
allí son seis horas más que aquí, desayunan a las siete de la
mañana, comen a la una, y cenan a las ocho. Son
muchos habitantes, por eso el chino es el idioma que más se habla en
el mundo.
En
Pekín, su capital, fui a la muralla china. Esta muralla mide 26000
kilómetros, pero nosotros solo recorrimos un poquito porque es muy
larga. Es preciosa y tiene unas vistas maravillosas pues está encima
de las montañas. Antiguamente protegía el país de los enemigos de
China.
En
este viaje he aprendido muchas cosas nuevas, muchas costumbres y
sobre todo a valorar más lo que tengo porque allí la mayoría son
pobres y no tienen de qué comer ni donde vivir.
Me
ha encantado el viaje, os recomiendo ir a todos.
muy interesante eva
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