De Primaria a ESO por David San Miguel



El año pasado, veíamos ESO como una etapa de sufrimiento y esfuerzo exhaustivo eterno, o así es por lo menos como lo planteaban los profesores de sexto. Aunque algunos más que otros, todos nos hacían pensar lo mismo.

Todo el verano pensábamos en el temido 1º de ESO; al llegar todos nos preguntábamos como iba a ser. Los que tenían hermanos mayores ya sabían un poco de lo que podía tratar, pero los demás no. Entramos en clase, elegimos nuestros sitios y esperamos al profesor. Llegó, nos trajeron el material y empezamos con el recuento de materiales. Lo tenía todo, pero mi agenda era la del año pasado, así que me dieron una de las antiguas, que no tienen fechas, y me quedé con esa temporalmente. Esperé días, semanas, y un mes después me llego la agenda definitiva. 

Ya llevo un tiempo en primero de ESO y la verdad es que no es tan difícil, de hecho, me está resultando menos difícil que sexto de primaria, a lo mejor lo que pasa es que en sexto nos metieron mucha caña para que estuviésemos más preparados para una nuevo curso, una nueva etapa, no solo del colegio, sino también de la vida. 

Tan diferentes, pero a la vez tan iguales. A los ojos de un niño, una más temida que la otra, pero aunque se pasa de etapa, sólo es un curso más.

Aunque aumenta la dificultad, también aumenta la capacidad cerebral. Estas se equilibran entre ellas.

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