El
día de 18 de diciembre, alumnos desde 3º de primaria hasta 2º de
bachiller, viajamos a Andorra. Mis amigas y yo antes del viaje
estábamos reunidas al lado del autobús ilusionadas y esperando a
que se abrieran las puertas para poder entrar. Como nos habíamos
levantado muy pronto, estábamos todas un poco dormidas hasta que
allí apareció, José el profesor, estaba diciendo que podíamos
subir al autobús. De repente se formó una fila entera al lado del
autobús, todos dispuestos para entrar los primeros y poder coger un
sitio bueno. Por suerte yo fui una de las primeras en entrar. Antes
de salir todos los niños estábamos despidiéndonos de nuestros
padres, ya que no les íbamos a ver hasta dentro de una semana.
Yo
estaba a punto de dormirme cuando mi compañera de autobús empezó a
decirme que habían puesto mi película favorita. El viaje se me hizo
un poco largo, pero tenía muchas ganas de llegar allí y pasármelo
bomba, así que eso no me importó mucho.
El
hotel era de cuatro estrellas y muy bonito. Nada más llegar dejamos
las maletas y bajamos a cenar. Al día siguiente nos hicieron las
pruebas para elegir un grupo de esquí, yo estaba en el grupo más
alto y con algunos alumnos de la ESO. Los días de esquí
transcurrieron poco a poco, las clases iban siendo cada vez más
entretenidas, a mí me sirvieron de mucho, para mejorar mi estilo.
Una
de las cosas que me gustó del esquí fue el día de Caldea, veníamos
muy cansados de las clases y nada mejor que un balneario para
relajarse. Todas las tardes hacíamos algo, todo era divertido, por
ejemplo cuando fuimos de compras por todo el centro comercial,
tardamos mucho tiempo y nos compramos muchas cosas. El último día
en conmemoración a todo el esfuerzo que hicimos, nos dieron a cada
uno un diploma y luego hubo un sorteo de sudaderas, a muchas amigas
mías le tocaron
¡qué
suerte!
Ha
sido un viaje perfecto, y no me importaría repetirlo.
El
dieciocho de diciembre, muchos alumnos del colegio Ramón y Cajal nos
pegamos un buen madrugón para emprender un largo viaje a esquiar con
nuestros amigos a Andorra.
Aunque
no pueda recordar absolutamente todos los detalles, porque si soy
sincera, había demasiados, creo recordar que salimos a las ocho.
Cuando llegó a la hora de partir, únicamente se oían niños
alegres charlando con sus amigos o a los padres despidiéndose de sus
hijos.
El
viaje me parece que se nos hizo largo a todos, ya que eran muchos
kilómetros. Pero claro, nada se podía hacer aburrido con los
profesores tan divertidos que venían con nosotros en el autobús,
José y Laura y mi divertidísima amiga y compañera de autobús,
Cristina.
Cuando
me iba a dormir, Cristina me
advirtió de que estaban empezando a poner la última película de
piratas del caribe, Mareas Misteriosas. Yo ya había visto esta peli
anteriormente en el cine, pero como Piratas del Caribe, nunca me
acaba de cansar, gracias al personaje cómico de Jack y de las
fantásticas aventuras que pasan la volví
a ver otra vez, y así todas las películas que pusieron.
Nada
más llegar, nombraron las habitaciones y las encargadas de las
llaves. Yo iba con mis dos amigas Marina y Cristina.
Por
la tarde, deshicimos las maletas y colocamos todo en el armario, para
el día siguiente poder dedicarlo únicamente a esquiar.
A
la mañana siguiente, los monitores de esquí nos hicieron bajar una
pista verde para ver en nivel estábamos. A mí me tocó con dos de
mis amigas, Paula y Cristina en el nivel alto.
Después
del largo día de esquí, cada tarde íbamos a hacer una actividad
diferente. Las dos actividades que hacemos todos los años que más
me gustan son ir de compras y visitar caldea. Caldea es un balneario
muy chulo que tiene muchas piscinas, jacuzzis, etc… La parte de
caldea que más me fascina es una parte que tiene al aire libre,
sobre todo porque nosotros vamos por la tarde cuando ya hace fresquito
y se nota el cambio de temperatura.
Al
sexto día volvimos, y aunque todos nos lo pasamos genial, nos
alegramos de volver a ver a nuestra familia.
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