Normalmente, las catástrofes naturales nos pillan por
sorpresa. Pero concretamente ésta, el tifón de Filipinas, ya había sido prevista por los científicos a causa del devastador cambio climático.
El 11 de noviembre de 2013, el representante
de Filipinas, Yeb Sano, denunció la falta de iniciativa por
parte de los países desarrollados: «Paren esta locura», «Mi pueblo se niega a aceptar que hagan falta 30 o 40 cumbres para
solucionar el problema del cambio climático», dijo el delegado,
casi prorrumpiendo en lágrimas.

La ciudad de Tacloban, con más de 200.000 habitantes, quedó completamente destruida por olas
descomunales de más de diez metros
que se llevaron las construcciones por delante, dejándolo todo devastado, como en Fukushima hace unos años atrás.
Éste fenómeno natural ha sido una de las mayores
catástrofes del último siglo. No solo tienen que rescatar
a las víctimas y enterrar a
los muertos, también tienen que dar
alimento y cobijo a varios millones de inocentes que lo han perdido todo, que
están solos y no tienen
a nadie, que se han quedado sin casa, etc. Pero éste no es el mayor de los problemas. Los habitantes afectados por
el tifón han iniciado un
estado de caos entre los escombros. Están robando en los centros comerciales, peleándose por la escasa comida, se están cometiendo violaciones, asesinatos y
muchas otras barbaridades a causa de la ansiedad y dolor que están sufriendo todas las víctimas.
¿El Gobierno de
Manila podría haber paliado el
desastre? Habiendo previsto el ataque del tifón, ¿podrían haber evacuado gran parte de la
población y reforzado la
seguridad? La respuesta más cercana a la
realidad es no, ya que la fuerza del tifón ha superado todos los precedentes.

Lo sucedido el fin de semana del viernes 8,
ha causado dudas y reabierto la polémica sobre el terrible cambio climático que está sucediendo por
nuestra culpa en nuestro planeta. El octubre pasado los expertos de la ONU ya
advirtieron que la elevación de la temperatura
de los océanos iba a provocar
un aumento de los huracanes y tifones en zonas tropicales. Según los científicos, el cambio climático no tiene nada que ver con el origen de estos fenómenos pero sí que multiplica sus consecuencias.
Muchos otros científicos y expertos argumentan que aún no está demostrada esta
tesis y no se pueden extraer conclusiones específicas. Peo si se menosprecian e ignorar los avisos de la ONU, podrían hacerse realidad y sería demasiado tarde para reaccionar. Se
recomienda reducir todo lo posible la expulsión de gases de efecto invernadero para que los mares no se
calienten más de la cuenta y así evitar gran parte de los fenómenos meteorológicos que nos esperan.
Por eso, consideramos necesario seguir con
la investigación de este cambio
climático que nos pone
los pelos de punta a todos. Debemos actuar cuanto antes, aunque ahora lo más necesario y urgente es ayudar a los
habitantes de filipinas a superar este fenómeno desastroso que, de nuevo, pone en evidencia la fragilidad del
ser humano ante las fuerzas incontrolables de la Naturaleza.
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