La impresión 3D permite a una niña mover sus brazos por Elena Menendez

Emma es una niña que nació con Artrogriposis Múltiple Congénita, una enfermedad no progresiva que causa rigidez en las articulaciones y músculos muy subdesarrollados.
Emma nació con las piernas dobladas hasta las orejas y los hombros torcidos. Por ello, los médicos tuvieron que actuar de inmediato para realizarle una cirugía con la cual recolocarle las piernas a la pequeña. Lo que supuso que sólo pudiese mover el pulgar ya que el resto de articulaciones las tenía como inmóviles.
Por culpa de esta enfermedad, Emma ya no va a poder llevar una vida con normalidad y durante sus dos primeros años se tuvo que someter a muchas cirugías, tampoco podía jugar ni relacionarse con el entorno. A medida que crecía Emma progresaba lentamente, además su capacidad de moverse mejoraba gracias a la ayuda de un andador. Aunque a los dos años seguía sin poder levantar los brazos.
Su madre estuvo investigando y en una conferencia descubrió el Exoesqueleto Robótico Wilmington (WREX), hecho de
barras de metal con bisagras y bandas de resistencia, que permite a los niños con brazos subdesarrollados poder jugar, alimentarse y abrazar, lo malo es que sólo lo habían hecho para gente mayor que Emma pero estaban haciendo uno más pequeño que sirviese a gente que era más joven así que el primero lo probaron con Emma.
La primera vez que le pusieron este dispositivo, ella se puso muy contenta y le encantaban, los llamó brazos mágicos.

El WREX 3D-Impreso resultó ser lo suficientemente resistente para el uso diario. Emma lo lleva en casa, en preescolar y durante la terapia. Actualmente, quince niños utilizan el WREX 3D- Impreso.

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