¿Cómo hacer el bien? por Sara Yago Esparza 4º ESO

¿Cómo hacer el bien? Buena pregunta. Muchas veces decimos, y ¿por qué no dono un poco de dinero a esta ONG para niños de África? O, ¿por qué no regalo estos juguetes a los niños huérfanos? Pero yo creo que hacer el bien va más allá. Hacer el bien no consiste en pagar a nadie para que lo haga por ti o regalar cosas que ya no uses, hacer el bien consiste en ser solidario. La solidaridad son pequeños detalles, pequeños gestos que poco a poco se convierten en grandes acciones. Podemos ser solidarios en tantísimas ocasiones, al fin y al cabo, en lo que consiste todo esto es en hacer el bien en nuestra vida diaria para que gracias al esfuerzo de todos se construya una comunidad mejor. Tal vez ser solidario solo se trate en ser importante para alguien y darle el amor que necesita, porque son los pequeños  detalles los que marcan la diferencia.
Algo que todo el mundo debería aprender es a ser buena persona, a querer, a seguir el ejemplo, a aprender de los errores y sobre todo a saber pedir ayuda. Pedir ayuda cuando se necesita es lo más importante de todo. Necesitamos ser felices para poder hacer feliz a otras personas, es fundamental.
La sociedad actual es muy individualista, nos olvidamos de lo que pasa a nuestro alrededor y nos centramos únicamente en nuestros problemas. Debemos empezar a cambiar. A cambiar tanto en  sentido positivo como en negativo. Los cambios siempre traen cosas buenas. Nuevas experiencias, nuevas amistades, nuevos lugares. Los cambios traen felicidad. Y para poder hacer el bien hay que ser feliz, así que, ¿por qué no empezamos a cambiar?

Sigamos con el tema de la solidaridad. Hay tantísimos ejemplos de solidaridad que es imposible enumerarlos todos, pero empecemos por algo sencillo. En nuestro día a día nos encontramos con múltiples personas que necesitan ayuda. Nuestra ayuda. Tal vez solo sea para cruzar la calle o para llevar unas bolsas de la compra, entonces ¿por qué no hacemos nada al respecto? No hacemos nada al respecto porque nadie nos dice que lo hagamos. En cambio, nos bombardean diariamente a ideas que debemos creer o hacer. Por ejemplo respecto al sexo, la edad o la familia. Pero nadie nos enseña a cómo ayudar a las personas, por lo tanto es comprensible que no sepamos cómo hacer el bien o cómo ser solidarios. Necesitamos un cambio en la sociedad, esto es la base de todo. Nosotros, las nuevas generaciones somos el futuro. Somos el cambio que la gente necesita ver.
En muchas ocasiones se habla de la solidaridad en los países pobres, de dar ayuda al que más lo necesita. Pero no hace falta irnos a Marruecos, por ejemplo, para ver que de verdad hay gente que lo pasa mal. Tal vez, sólo necesitemos abrir un poco los ojos para darnos cuenta que en nuestro entorno hay muchísimas personas que también lo están pasando mal, nunca en las mismas condiciones que en estos países pobres, pero también mal. Hay que dar ayuda al que más lo necesita, esto es fundamental. Opino que lo importante no es lo que hagas, sino que lo hagas. No podemos comparar la ayuda que puede llegar a dar Angelina Jolie, por ejemplo, con la tuya, eso es obvio. Por eso la intención es lo cuenta; la iniciativa de hacer algo por y para los demás, eso es lo que realmente se valora.
Antes de acabar me gustaría recalcar el claro ejemplo que se ve de solidaridad altruista  en la película Amelie por parte de la protagonista. Es una película preciosa, te enseña tantas cosas sin que tú sepas que te las está enseñando. Creo que todo el mundo debería verla para darse cuenta de lo que es la solidaridad de verdad, la que sale directamente del corazón.

Por último mi conclusión es que para poder hacer el bien debemos ser solidarios. Pero solidarios con nosotros mismos. Hay que plantearse qué queremos hacer y cómo, y a partir de eso llevar a cabo nuestro proyecto.
La solidaridad es felicidad. Felicidad para aquel que es solidario y para el que recibe la solidaridad del otro. 

Nos queda un gran camino por recorrer para llegar a esa sociedad justa que todo (o casi todo) el mundo desea y el primer paso es empezar a ser solidarios. Enseñar, aprender, cambiar... Son muchas cosas las que nos quedan pero es algo tan sencillo en el fondo, que poco a poco acabaremos construyendo un mundo en el que nadie necesite preguntarse ¿cómo hacer el bien?, porque la gente ya lo sabrá.

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