Pasadas las fiestas señaladas como la Navidad, los niños ya tienen
sus juguetes, están contentos con ellos, pero, ¿es el juguete el que elige
al niño, o el niño puede elegir
su juguete sin ser juzgado?
Los juguetes son de diferentes formas, colores, tamaños, de
diferentes personajes de televisión... Algo que sólo tiene que importarle al
niño que quiera el
juguete, no a sus padres que piensen que el rosa no es para un chico o que el
azul no es conveniente para una chica.
Estos pensamientos pueden ser producidos a causa de la publicidad
sexista. Siempre se ha podido observar una clara imagen sexista en los
juguetes: barbies para chicas y superhéroes para los chicos.
Esta mala influencia hay que pararla puesto que si en un futuro dicho
niño quiere una
barbie tanto sus familiares como amigos pueden extrañarse. Tenemos que llegar al
punto de no importarnos el juguete que lleve nuestro amigo o amiga, lo único que nos
tiene que importar es que le guste jugar con él y se lo pase bien.
Se han dado muchos casos en colegios, en los que una alumna en vez de
jugar con lo que se supone que es para chica, prefería optar por un juguete más "de
chico" y esto ocasiona que sus compañeras no quieran jugar con
ella puesto que no es femenina, y los chicos tampoco quieran porque la ven
"rara".
Lo mismo pasa cuando un chico juega con juguetes como muñecas, ni los
chicos ni las chicas van a querer ir con él, porque no es como ellos,
es raro, y a veces he escuchado oír que alguien así es gay, o bisexual sólo por querer
jugar con muñecas.
Esto no debería pasar, además, personalmente pienso que
un chico no cree que una chica sea rara por jugar con ese tipo de juguetes si no
es porque se lo han enseñado o porque lo haya visto en algún lado. Por eso
es necesario que inculquemos a los niños y niñas desde pequeños a que tanto
si es rosa o azul, es para ambos sexos.
Por esto mismo, si estáis leyendo este artículo espero que a vuestros
hijos o hijas, no les enseñéis el juguete que es bueno para ellos por ser de un
sexo, enseñarles que da
igual cuales sean sus gustos, no tiene por qué avergonzarse. Con esto
lograremos un mundo mejor sin sexismo.
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