Una madre contra las 'princesas' por Elena Menéndez Pereda 3ºA E.S.O.

Una madre llamada Lídia Amella empezó a sospechar que su hija Nadia, que tenía 14 años, tenía anorexia, pero un día, sus sospechas se hicieron ciertas al encontrar un vómito de su hija y ésta llegó a perder 14 kilos en sólo dos meses al intentar parecerse a las princesas.
Al darse cuenta de esto su madre asustada la estuvo preguntando hasta que Nadia la confesó que había estado buscando a través de Google páginas para aprender a vomitar y, de esa forma, encontró lo que se conoce como páginas pro Mía y pro Ana (pro Bulimia y pro Anorexia). Este tipo de páginas van dedicadas a los adolescentes que intentan parecerse a las princesas, despreciando todo aquello que no se ajuste a los cánones que promulgan.
Lidia Amella, activista contra paginas proanorexiaAl leer todas las páginas en las que su hija había estado, se preocupó mucho y se asustó mucho al leer cosas como: hacen competiciones de pérdida de peso, se apoyan para seguir con sus trastornos e incluso tienen un decálogo de comportamiento. En estas páginas se incluyen normas tan sorprendentes y preocupantes para todos los padres como: "Mentirás: las personas normales no deben enterarse nunca de todo esto, ni siquiera tus amigas" o "te disciplinarás: seguirás todas las normas para convertirte en una princesa".
Desde entonces, Lídia inició una campaña para intentar cerrar este tipo de páginas y desde abril del 2014 hasta hace unos pocos días, consiguió más de 200.000 firmas. Pero como siempre, hay algo que falla y en este caso es que da igual que cierres una página, porque al día siguiente se abren otras cuantas más y es prácticamente imposible cerrar todo este tipo de páginas ya que siempre va a haber alguien que las quiera abrir de nuevo.

COSAS QUE HACEN MUCHAS PERSONAS QUE VISITAN ESTAS PÁGINAS:
Algunas de estas jóvenes practican lo que se conoce como self injury, es decir, autolesionarse. Se realizan cortes por distintas partes de su cuerpo, pero procurando que sean zonas que no se vean y así sus padres no se enteren.
Algunas lo hacen por frustración ante su aspecto físico, pero, otras, lo utilizan como castigo si llegan a caer en la tentación de comer, deben hacerse estos cortes.

También comparten en estas webs dietas extremadamente peligrosas basadas en que con 500 calorías al día se puede vivir. Para hacerlas más atractivas, anuncian resultados milagrosos de hasta 8 kilos en una semana sin mencionar los riesgos para la salud.

Si algunos padres se enteran como es el caso de Lidia que se enteró de lo que hacía su hija, éstas pueden ir a un hospital en el que las mantienen aisladas obligándolas a comer y alimentarse de forma correcta y que se puedan recuperar, pero si no se las lleva a un hospital, estas personas pueden llegar a estar muy enfermas y tener serios problemas en su salud y tener constantemente desmayos debido a la poca comida que ingieren.

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