El Corazón por MARCOS RODRÍGUEZ

El corazón es un órgano sorprendente. No solo es el músculo más fuerte que poseemos, también es el embajador de las emociones. Y sin él no podríamos vivir, pues es el responsable de irrigar vida a todo nuestro cuerpo.

Durmiendo o despiertos, nuestro músculo cardiaco sigue trabajando duro y bombeando tanta sangre que podríamos llegar a llenar cerca de un millón de barriles en toda una vida.

¿Y los latidos? El sistema eléctrico del corazón es el que controla la velocidad de los latidos. En concreto, éste late unas 115.000 veces al día, esto es, una media de 80 veces por minuto o unas 42 millones de veces al año y más de 3.000 millones de veces en toda una vida.

El corazón realiza más trabajo físico que cualquier otro músculo del cuerpo. Cada día, bombeando la sangre a una distancia de 1,6 metros, el corazón humano genera energía como para desplazar un vehículo durante 32 kilómetros.

Si el corazón se saliera del cuerpo (espero que no le pase a ninguno) seguiría latiendo, ya que el propio corazón genera sus impulsos eléctricos.

Según la Fundación Española del Corazón, escuchar música mientras se hace ejercicio, es una de las formas más efectivas de ayudar a la oxigenación del corazón. Esto se debe a que la música aumenta hasta en 25% el diámetro de los vasos sanguíneos, así como la oxigenación de este trabajador sin descanso.

El corazón más grande pertenece a la ballena azul, cuyo gigantesco corazón puede llegar a pesar 680 kg y llegar a ser más alto que una persona.

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