Pero cuando las cintas llegan a manos del protagonista de la serie, Clay Jensen, (ya que él es una de las razones) Hannah explica que en realidad él no hizo nada malo pero que si quiere contar su historia tiene que incluirlo.
Clay al ser un amigo “cercano” de Hannah no quería que el caso quedara sin castigo. Por lo que al final incluye una 14° cinta con una declaración de una de las personas que más daño le han hecho a Hannah y además hizo una copia de todas las cintas incluyendo la 14°. Y las cintas originales se las da a la siguiente persona y las copias se las da a los padres de Hannah, para que sepan qué pasó con su hija.
La segunda temporada (estrenada el 18 de mayo) comienza 5 meses después de lo ocurrido. Cuando los padres de Hannah llevan a juicio al colegio por saber lo que pasaba con su hija y no hacer nada para ayudarla. Entonces el juez va llamando una a una a las personas que salen en las cintas para declarar. En cuanto a Clay, un día al abrir su taquilla se le cae una foto y en el reverso pone que Hannah no había sido la única.
A mí me parece una serie muy interesante que te hace darte cuenta del daño que le puedes hacer a la gente, queriendo o no. Aunque sea una serie de ficción, se nos muestran temas muy reales que pueden suceder a algunos adolescentes, como el bullying o las drogas entre otras cosas. Pero aunque la serie no tenga un buen final, debemos entender que el suicidio no es una salida, porque hay otras soluciones.
Yo la recomiendo muchísimo, aunque si eres muy sensible mejor no verla, ya que tiene escenas muy fuertes.
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