En esta biografía Gillermo Altares nos habla sobre Kim Philby, un espía que trabajaba para la Unión Soviética en la época de Franco.
En 1937 Kim llegó a España y, como en toda vida de un espía, tuvo una serie de golpes de suerte: por un lado la infiltración de Kim entre las filas franquistas fue gracias a su padre St John Philby, que ayudó a Kim para hacerse pasar por un periodista del "The Times".
Otro golpe de suerte evitó que le interceptasen el papel donde escondía los códigos durante un registro y al cabo de un tiempo se convirtió en el único superviviente del impacto de un obús (especie de misil) contra el coche en el que viajaba con otros tres amigos escritores
La propaganda fascista utilizó la muerte del periodista extranjero y convirtió a Philby en un héroe y fue recibido y condecorado por Franco.
Eso le dio una libertad casi absoluta, ya que tenía que estar dentro de las filas golpistas. Pero toda historia tiene un final, y el final de Philby fue escribiendo con un amigo de profesión y al final nunca terminó su misión.
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