Una empresa de venta de aspiradores buscaba un nuevo agente
comercial en la empresa, juega con los candidatos al trabajo al juego del
pañuelo, con un billete de 50€ como parte de un proceso de motivación a los
candidatos mediante charlas con luces, música y baile, y con juegos tan
infantiles como el ya nombrado, paso posterior al juego de las sillas
Clío, una de las candidatas, fue aplastada, y, como
consecuencia, tuvo una lesión en la espalda que la obligó a llevar un corsé
durante más de dos meses y de baja laboral un año, aunque también recibió
golpes en la cabeza, las piernas y en la propia espalda.
Clío afirma que uno de los directivos la vio en el suelo sin
poderse levantar, pero no llamó a la ambulancia. Ni siquiera los aspirantes al
puesto llamaron.
Clío denunció a la empresa. Su caso lo llevó Daniel
Salvador, acompañante de la demandante a urgencias. La empresa detalló que
estos procesos se basaban en un subidón de adrenalina para poder vender mejor.
El mismo día de la lesión la empresa la concedió un contrato
indefinido a tiempo parcial, a pesar de estar incapacitad para el puesto de
trabajo por las lesiones.
El 21 de noviembre recibió su despido por burofax, tras
haber la empresa considerando que no había cumplido su periodo de prueba de dos
meses.
Esta es una de las muchas más muestras de la incompetencia
que la gente puede llegar a tener hoy en día.
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