¿ABRIMOS LAS PUERTAS? por Paula Yago 4ºC

El lunes 21 de abril se ha presenciado en el Mediterráneo la mayor catástrofe jamás registrada, alrededor de 700 personas han perdido la vida intentando lograr un sueño, llegar  Europa, llegar a un lugar en el que se les dé la oportunidad de luchar por una vida decente y digna.

Es este uno de los innumerables desastres que se producen casi diariamente en las costas europeas, especialmente en Italia y España, centenares de inmigrantes embarcan en navíos que se encuentran en un estado de simas condiciones con rumbo a tierras con futuro. Inician una aventura en la que se juegan la vida, aún siendo conscientes de la posibilidad de que el viaje por el que han estado luchando tanto tiempo acabe en naufragio. 

Pero no es solo África uno de los focos de mayor flujo de inmigrantes a Europa, hablando concretamente de España como país receptor de inmigrantes, Sudamérica tuvo un papel protagonista en lo que se refiere a emigración hacia la Península.
Hasta el comienzo de la crisis económica alrededor de 2008, la cual afectó enormemente no solo a los ciudadanos españoles si no también a toda la emigración que se encontraba en el país,  miles de sudamericanos accedieron a España y colaboraron junto a rumanos, polacos, africanos, ucranianosa mejorar y desarrollar la economía de nuestro país, lo cual satisfizo a los ciudadanos españoles.

El problema viene con la crisis, por una parte el número de emigrantes españoles asciende bruscamente al igual que el de inmigrantes que vuelven a sus paises de origen al  encontrarse en una situación igual de difícil de la que huían y por el otro lado África.
La situación ya no solo económica, sino militar, política e incluso religiosa en la que se encuentran diversas zonas del continente obliga a sus habitantes a abandonar su tierra de origen en busca de otros paises en el que les sea posible la búsqueda de un trabajo y consigo, el comienzo de una vida nueva.
Y aquí llega el problema, cuando nos encontrábamos en una época de prosperidad económica, no había ningún inconveniente en que llegasen inmigrantes a nuestras tierras y desempeñasen los trabajos sucioso mal pagados,  pero de repente todo cambia y somos nosotros los que nos encontramos en un estado de ayuda es entonces cuando ya no nos gusta la idea de que inmigrantes lleguen a nuestro país a “quitarnosel trabajo. Pero ¿es esto justo? ¿Es justo que una persona tenga que estar obligada a vivir en unas condiciones infrahumanas simplemente por el hecho de nacer en un lugar u otro? No, no lo es. 
El proceso por el que tiene que pasar una persona de origen africano para llegar a España es indignante. En primer lugar, dicho individuo tiene que pasar meses e incluso años viajando, normalmente a pie, desde zonas como Etiopía o Somalia para llegar a la costa, en la que previamente han tenido que tratar con una mafía un viaje hacia Europa. Estas mafias se podrían definir como la esclavitud del siglo XXI, trafican con personas ya sean niños, ancianos, mujeres u hombres. Les hacen pagar una cantidad sobrehumana de dinero por un viaje en el que lo más probable sea un final trágico.

En mi opinión deberíamos pararnos a reflexionar el tipo de situación en la que se encuentran estas personas que vemos por las noticias, que saltan la valla, que llegan extremadamente deshidratados a la costa, que se juegan la vida por pisar un territorio europeo, etc. Huyen de un país sin oportunidades, que nos les ha proporcionado una vida justa. Pienso que deberíamos ser más solidarios y ponernos en su piel, son personas como nosotros y merecen una oportunidad. 


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