Mucha gente cree que el rugby es un deporte de brutos, que en
cada partido se dedican a pegarse. Pero la verdad es que el rugby no consiste
en pegarse. El rugby es un deporte de contacto, duro y agresivo; pero nunca
violento.
En el rugby el rival es adversario en el campo, pero
compañero fuera de él. Nunca enemigo, porque tenemos en común una pasión, el
rugby. Por eso hacemos pasillo al rival, ganemos o perdamos. Después del
partido quedamos juntos y tomamos algo.
Hay
mucha gente que se pregunta si es bueno que niños de menos de diez años ya
jueguen al rugby. Personalmente creo que en rugby se aprende el trabajo en
equipo, el respeto por el rival, y que si uno se cae nos caemos todos con él,
vamos que uno para todos y todos para uno. Para nosotros, que tenemos solo doce años, ya
hacemos torneos y viajes con el equipo. Ahora todo ha cambiado, pues hemos
subido de benjamines a alevines. Los entrenadores son más duros porque quieren
que el escudo de nuestro equipo esté en la camiseta de los mejores. Pero llegar a ser de los mejores no
es nada fácil, debido a que hay que hacer seis horas a la semana. Algo que no
les gusta a los entrenadores es que por bueno que seas tienes que jugar en
equipo, y si no lo haces no serás convocado a los partidos.
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